15.9.10

Tú me anulas.

Una vez, una persona me dijo que dejara de buscarle causas a los actos. Que actuara sin importarme las consecuencias porque es mejor no pensar, no preocuparse de lo que pueda pasar después de un simple gesto, una simple palabra, o una simple mirada, sólo importa hacer lo que el corazón te pida a gritos.
A día de hoy recapacito en esa teoría, y creo que no está hecha a mi medida, que no es apta para gente cobarde como yo.
Cuando las ganas de hacer algo llegan, escribo. Lo explico, me desahogo y me quedo quieta. Serena y a la vez nerviosa.
Polos opuestos. Esa persona puede actuar así pero yo no puedo hacerlo sin pensar en cuáles puedan ser las consecuencias. El miedo me tiene controlada por completo y me anula.
Ya no puedo suspirar disimuladamente para que me mires y me acompañes.
Ni contemplar la lluvia caer y llamarte porque me recuerda a ti.
Ya no puedo tatuarme tus ojos en mi retina. Mostrar mi enfado para que vengas a animarme. Mirarte para que me sonrías. Rozar tu piel para que sintamos. Ser feliz para hacerte feliz.
Porque sé que no te afecta. Que no te afecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja aquí lo que te han parecido mis locuras y pensamientos, me encanta que lo hagas. ¡Y GRACIAS!