30.3.10

No, no eres tú.

Lo peor de todo es cuando oigo el motor de cualquier coche a través de los cristales de mi ventana, la sonrisa se dibuja por una milésima de segundo en mi cara, y al darme cuenta de que no eres tú, despierto mientras la esperanza se cae al suelo y se rompe en mil cachitos, como cada tarde.

1 comentario:

  1. a veces yo tambien oigo bicicletas que quiero oir, pero en realidad estan al otro lado de la ciudad, aparcadas. muertas, ya.

    unbeso(:

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