Como si de sueños se trataran.

Y todo esto me hace replantearme millones de cosas... ¿cómo es que ya no vuelan las mariposas cuando nos cruzamos? No niego que me siga encantando quedarme mirándote sin quitar los ojos de ti pero no es igual que antes, ni muchísimo menos. Y es que ya he entendido cierta y completamente que la probabilidad de que vengas y me cojas de la mano como antes es nula...  y lo realmente extraño es que ya no me duele tanto. Parece como si a causa de recordar y recordar cada momento los recuerdos se fueran desgastando en mi mente, se fueran difuminando quitándole claridad a las imágenes y a las palabras. Cada vez que intento analizar un momento contigo tengo que cerrar los ojos y concentrarme, como si se tratara de un sueño. Como si en verdad, nada hubiera pasado y todo hubiera sido una maldita jugada de mi imaginación. 
No me gusta estar así. Es como si estuviera vacía, sin sentimientos o ilusiones por los que levantarme cada día. Como si las sonrisas que saco fueran increíblemente falsas. No me compensa no llorar si tampoco sonrío de verdad.
No me gusta haber experimentado esto llamado amor, si de verdad lo era. Te deja tan sola, se lo lleva todo y comprendes la siguiente parte de tu problemática. Ya no sabes como se empieza a amar. Ya ni te imaginas como era el ritmo que llevaba tu corazón al estar por alguien, sentir algo y que sea de verdad, y tener miedo un miedo atroz a que no sea correspondido. Me gustaría pensar que cuando apareciera esa persona, en el momento que me mire, mi respiración y latidos choquen como una colisión de estrellas de neutrones, como un big bang.






- Dame un abrazo. Te lo mereces. Nos lo merecemos.