Dime que no te ha vuelto a venir una pequeña ráfaga de viento con mi olor y se te ha dibujado esa preciosa sonrisa en los labios... sintiendo nostalgia por tantos recuerdos.
Porque a mi cada vez me inundan si tu olor vuelve pero tú no lo haces...
Dime que a veces no piensas en mi sonrisa y en todo lo que llegaste a hacer para que ella se mantuviera. Porque esa sonrisa no ha vuelto a pasear desde que la tuya no la acompaña. Dime cuántos segundos has dedicado a pensar en mi, a recordarme. Y si son menos de la mitad de los que he dedicado yo a pensar en ti y en tus manos.
Dime que no me recuerdas cuando te abrazan y que no suspiras cuando oyes mi nombre.
Que a veces, cuando te sientes solo, no te apetece que yo esté ahi mirándote para regalarte cada uno de los segundos del día, y que nuestras miradas charlen un rato cómodamente. Como hacían siempre. Dime que no te apetece alargar tu mano para que choque con la mía y se queden un rato contándose secretos al oído, porque la mía tiene muchos, millones de secretos que confesarte. Dime que ya se escaparon tus ganas de besarme y de tenerme toda para ti, porque chico, yo tengo las mismas que siempre.
Aunque si me dices todo lo contrario, yo te diré que cada vez que miro a las nubes me apetece tenerte aquí, comiéndome con la mirada y que, cada noche, me abrazo a la almohada imaginándome que eres tú y que nunca más te irás. Te confesaré que mis manos no saben vivir sin estar agarradas a las tuyas y que mis labios siguen reclamando conocer a tus besos como llevan haciéndolo desde el día que te conocí.
Y si te atreves a decirme que después de todo nunca sentiste ni un mínimo afecto, te prometo que me marcharé para siempre y no te molestaré más.
Prométeme que me lo dirás susurrando, ¿vale?
mmmmm,,,me flipa bebusaaaaaa=D
ResponderEliminar