28.9.10

Como si el tiempo no pasara.

Sí. A veces... a veces pasa.
Cuando sólo quieres gritar. Reprochar una y mil cosas sabiendo que no, que no puedes.
Que esa utopía que tanto deseaste y que casi alcanzas nunca fue tuya. Y en cambio sientes como se te escapa de entre los dedos como el agua. Rogando que se convierta en vapor para respirarlo o en hielo para retenerlo entre tus brazos.
Pero solamente es agua, que corre, que va arrasando con todo lo que ve y no deja nada en pie. Que te tumba.
Y aunque no quieras vives pendiente de ello,
aun sabiendo que cada segundo vale, y que ese sueño no se merece ni un segundo más tuyo.

Pero tú coges tu reloj, lo abres y echas hacia atrás las manecillas. De nuevo.

3 comentarios:

  1. Que díficil es vivir pendiente de algo que no queremos, y tener la certeza de que no debemos malgastar ni un solo segundo más en eso, y aún así hacerlo.

    Te sigo :)

    ResponderEliminar
  2. Vaya...ese es el secreto...echar las manecillas para atrás. Tomo nota.

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué más quisiera yo que poder echar atrás las manecillas del reloj! No por cambiar cosas que haya hecho, sino por hacer cosas que dejé de hacer por el miedo a equivocarme. Y sí, mientras grito, desespero, siento que pierdo la razón... Pero es que no puedo asumir que esté cayendo y no haya nadie que lo impida.

    Me ha gustado mucho tu blog. Es un placer aparecer por aquí.
    =)

    ResponderEliminar

Deja aquí lo que te han parecido mis locuras y pensamientos, me encanta que lo hagas. ¡Y GRACIAS!