21.10.10

(..)
- ¿Me vigilas? -le pregunto él, tan orgulloso como siempre.
- Será eso, como tú me ignoras por completo... -le contestó ella.
- Qué tonta, si sabes que te doy cariño en clase.
- Ya, a mi y a todas. -justo en el blanco.
- Sabes que contigo es distinto, que lo nuestro es más...intenso.


Un flashback atravesó la cabeza de ella, pero se disipó al segundo y cogiendo fuerzas le preguntó:
- ¿Intenso?, ¿me puedes explicar como mides tú la intensidad?
- Por el calor. -le dijo él, sin ningún sentido.
- Sabes que eso es totalmente falso.
- Anda ya...


Sabes que lo nuestro era más que intensidad, más que palabras o miradas. Lo sabes. ¿Recuerdas cuando aún creíamos en la magia? Llegaría nuestro momento algún día, quizás. Yo te estaré esperando siempre, te prometí.
Absurdeces.
Ya no estoy enamorada de ti. Ni de tus maneras. Ni de la complicidad que tenemos. Porque ya no la hay, no está. Se fue tan lejos, se hundió tan al fondo que no hay manera de hacerla florecer de nuevo.
Deberías saber que al verte así, me doy cuenta de que, realmente y aunque me duela, estoy enamorada del chico que eras antes, el que aunque le regalara los besos a otra, sabía que el cariño me lo dedicaba por entero a mí.
Pero ahora chico, parece que lo has puesto de oferta.




Eso le tendría que haber dicho pero ella, como siempre, se quedó callada. Y él, como siempre, se marchó sin ningún tipo de despedida.




Nunca se te había dado tan bien ignorar lo que se te presenta de frente.

1 comentario:

  1. Amo esta escena que has escrito, y la forma en la que lo has hecho.

    Y me he identificado mucho =)

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