3.12.10

No sé qué es lo que me lleva pasando estos días. Entraste de nuevo en estas cuatro paredes que te extrañaban incluso más que yo, me diste abrazos que llevaba pidiendo meses, rozamos nuestro tema pero no lo llegamos a sacar del fondo de nuestras almas y aún así siento que te he perdido. Y eso que nunca me hicieron falta besos para quererte pero sí detalles que, por mucho que quiera, no encuentro ni en tus ojos. 
Te olvidaste de mi portal y yo te recordé pequeñas tonterías. Y te sorprendías de que pudiera acordarme realmente de ese tipo de cosas. Pero lo hago, aunque tú no recuerdes ni siquiera mi voz. Y me pongas excusas para oírla. 
(Siento no poder dejar de recordar cuando te vi de nuevo andando por mi calle y viniendo hacia mí.)


Alguien me dijo una vez, tú no puedes ser la felicidad de una persona que busca algo distinto que tú.
El problema está en que yo no sé que buscas, pero sospecho que no es lo mismo que anhelo yo. 


No quiero que des por hecho que sigo aquí y que lo haré hasta que se agote la mínima esperanza, pero menos aún quiero que lo llegues a dudar.

3 comentarios:

  1. no dar nada por sentado, no dar nada por incierto, y darlo todo. Dar es bonito, dar el amor que sentimos es una necesidad, que a veces, no hay forma de cubrirla, ojalá que sí podamos :)

    ResponderEliminar
  2. El amor es doloroso a la vez que es el motor de la vida. Duele mucho cuando tu recuerdas tantas cosas y la otra persona ni siquiera parece recordar el más profundo sentimiento...
    Un beso!

    ResponderEliminar
  3. Te recomiendo que veas Tres metros sobre el cielo. Es como una dosis de felicidad.
    Unbesofueeeerrrte^^

    ResponderEliminar

Deja aquí lo que te han parecido mis locuras y pensamientos, me encanta que lo hagas. ¡Y GRACIAS!