23.2.11

Bajo las mismas estrellas.

El Sol me dijo que me había perdido en tus ojos, pero la luna opinaba que lo que había pasado es que me había encontrado en ellos, por fin.
Es un poco amargo el sabor de la cobardía.
Iba a ser natural como el respirar, pero se me había acabado el oxígeno en aquel amanecer.
Entre piedras, entre personas imperceptibles, entre sibaltos y gritos de fondo... te encontré en mis sueños.
Sobre una fuente de mármol. Donde no te hallé horas antes.
Donde el miedo se desencajaba del pecho. Donde el pesimismo pasaba a ser autoptimismo.
Porque mi hogar estaba entre sus brazos. En este o aquel país, pero bajo las mismas estrellas. 
Que el amor, el auténtico, el más complejo y a la vez más simple de todos dura un suspiro, mientras que el olvido permanece en nuestras almas por siempre.
Y las notas musicales, mientras tanto, se clavan en mis tímpanos. Se tatúan bajo la piel. Se sumergen en la sangre.
La noche te llama entre pitidos de coches impacientes, entre derrapes de motos y risas. Y lágrimas. Y libros, humo, césped.
Hasta las afueras.
Pero tú no regresas.

4 comentarios:

  1. A veces, si lo pensamos de esa manera, es peor no haber tenido un amor asi, porque no se puede olvidar cuando deja una huella tan grande.
    Un besito

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  2. "Pero tú no regresas"

    ¡Qué forma de poner punto final al texto!
    Precioso, pero muy triste... todos tenemos a alguien que no regresa :(

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  3. el final es increíble
    pero, si pertenece a tu mismo sitio, volverá

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