Tenía un miedo atroz. Desde el principio de todo...
Comenzó con el miedo a que él se acercara demasiado, y terminó con el miedo a que no volviera a hacerlo nunca más.
Porque sabía que decir "te quiero" no era tan difícil. Lo complicado venía cuando el otro movía los labios lentamente para decir "yo no".
Y eso es a lo que temía. A que el "NO" definitivo llegara y con él, el final de todo aquel sueño.
Temía el hecho de ser un punto y aparte, a que él prefiriese los brazos de cualquier otra antes que los suyos. A que los días se estamparan contra el suelo uno a uno... lentamente.
Temía llevar grabado en la frente las palabras "capricho pasajero"
Su capricho.
Porque fue su capricho.
Y lo peor... es que nunca más volvería a serlo.
nunca más iba a volver a serlo... duele...
ResponderEliminarte sigo.
preciosa la entrada(:
ResponderEliminarun beso
ais los caprichos....
ResponderEliminarte sigo el blog, si queires pasate por el mio a ver que te parece ;)