15.3.11

Muchas veces me he planteado si escogí el camino correcto. Si tirar la toalla fue lo que mejor podría haber hecho y por qué lo hice.
Desde que lo vi por primera vez, en aquella oscura calle con la equipación de su equipo de fútbol, noté que algo nos conectaba.
Era algo invisible, algo que sólo yo podía notar, ya que él no me vio siquiera. Pero pasó el tiempo y al fin crucé dos palabras con él, escritas por supuesto.
Pasaron semanas en las que me moría por conocerlo más. Me arrancaba unas sonrisas sobrehumanas. Escuchaba su nombre y me dedicada horas enteras a escribirlo en todas las esquinas de mis libros, sobre la mesa, en mi piel...
Me hacía sentir en una nube, me vi con él. Vi ese futuro y lo quise, quise todo, y obviamente no se puede anhelar todo lo que a uno le falta.
Por eso lo perdí. Perdía aquella conexión que me mantenía fuera de la Tierra cada día. Perdí aquel mote cariñoso que teníamos el uno con el otro. Perdí las canciones que me regalaba.
Nunca le guardé rencor por cada cosa que me hizo, ni por cada cosa que decía de mí sin que yo me diera cuenta hasta que alguien me lo confesaba, no me importaba que él si me guardara rencor porque sé que al fin y al cabo, quizás no estábamos hechos para estar juntos.
Sin embargo, al cabo de dos años, algo parecido a ese vínculo a vuelto.
Hemos vuelto a intercambiar palabras, escritas y a través de una cantidad muy pequeña de un aire que nos ha separado en momentos recientes.
Hemos vuelto a escuchar las canciones, hemos sonreído al hacerlo y sé que todo rastro de rencor ha desaparecido.
Y ahora me pregunto de nuevo si hice bien en el pasado. Si no era motivo suficiente por el que luchar, porque era el chico más jodidamente romántico con el que me he topado nunca. 
Ahora me veo de nuevo leyendo todo lo que escribe, aunque no sea para mí.  Lo que me pone los pelos de punta.
Y estúpidamente, yo por primera vez escribo por él.


Y por ese nosotros que se quedó en el aire.

4 comentarios:

  1. "Escuchaba su nombre y me dedicada horas enteras a escribirlo en todas las esquinas de mis libros, sobre la mesa, en mi piel..."

    Llevo tres años enomorada del mismo y te aseguro que lo sigo haciendo. Tirar la toalla no sirve de nada, lucha, aunque sea contra una pared. Al menos tendrás el placer de poder decir: "He luchado."

    Un besazo enorme!

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  2. Nunca nunca nunca tires la toalla. Si te tropiezas, vuelve a levantarte con la cabeza bien alta. Al menos, cuando ya todo se acabe, tendrás un pequeño sabor dulce entre todo lo amargo al decir: no me rendí, yo luché.
    Ánimo, muchísimo, de verdad :)
    un abrazo

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  3. Tal vez aquel no era el momento... Hay ocasiones en las que el pasado parece volver y debe hacerlo y otras en las que es mejor no dejarlo entrar.
    Ya nos contarás como avanza
    Un abrazo

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  4. "Y por ese nosotros que se quedó en el aire."
    Quizá aún no sea tarde, quizá no esté todo perdido... si todo quedó en el aire, si te sigue removiendo algo dentro, será que queda algo por decir. Quizá, un punto y seguido.

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