Culpable de que mi corazón solo lata por una voz.

A lo largo de los años tenemos la mera sensación de que todos los días que vivimos son prácticamente lo mismo. Un remolino de recuerdos, un par de sonrisas y compartir con personas que no conoces horas de tu tiempo.


Buscamos sin saber simplemente qué tenemos que encontrar.
Buscamos sin habernos encontrado antes a nosotros mismos.




- No vengas a intentar ponerme mal porque es tu culpa. Siempre lo ha sido.


- ¿Mi culpa? ¿De qué exactamente tengo la culpa? ¿De que te pillaras por mí y dos años después sigas pendiendo de un hilo? - la rabia llenaba mi cuerpo y estuvo a punto de dejarme sin aliento, pero no lo consiguió. 


- No. Eres culpable de intentar buscar en otras personas lo que tu novia no era capaz de darte, el cariño. Culpable de decirme que iríamos a vivir juntos en un par de años y en otra ciudad. Eres culpable de tus miradas y de tus palabras... y de los abrazos que me dabas porque necesitabas mi calor. ¿O no te acuerdas? 
De eso eres culpable.  De que dos años después yo siga así, solamente yo tengo la culpa.




Me miró con sorpresa y vi caer dos lágrimas de sus ojos.