Cariño.

- ¿Sabes lo que pienso?- me preguntaste de repente.

- No, ¿qué piensas?

-Que no te gusto tanto como dices... ¿tú crees que si aquel día no te hubiera llegado a hablar, hoy te gustaría?

- No sé como piensas eso si se me nota a kilómetros que me gustas... -te confesé- pues no lo sé, quizá no.

- ¿Ves? No es algo seguro... te gusto porque te hablé aquel día y actué así... si no lo hubiera hecho, sería como si no existiese... ¿entiendes?- Acabaste soltándome.

- Pero ¿y qué importa si lo mío es seguro o no?- exploté, estaba harta de hablar solo de mí- ¿y lo tuyo?...¿hay algo por tu parte?

- Sí, mucho cariño.

Sentía como los ojos se me llenaban de lágrimas.

- Lo suponía.

-¿Cómo?

- Suponía que conmigo no sería algo más que con otras...

- ¿Con otras? No te entiendo.

- Sí -repito la frase que me dijiste hace poco- ¿no me dijiste el otro día que eras muy cariñoso con todas?

- Pero no lo entiendes. Contigo no es lo mismo... Da igual. No importa

- Claro que importa. A ver si aquí solo importa lo que yo piense, diga o sienta...- necesitaba saber qué era lo que pasaba por tu cabecita, o, mejor dicho, por tu corazón.

- No es un cariño como el que tengo normalmente, sino uno que se da con más intensidad... como que lo que hago contigo me llega más que con otras personas - "¿Incluiría a su novia en esas personas?" me pregunté- Me da la sensación de que el día que pase algo entre nosotros, por tu parte será en plan ya lo he conseguido...¿y ahora qué?

- Ni de broma será así por mi parte..- desde luego no tenías ni idea de lo loca que estaba por ti.

- Me tengo que ir a dormir ya...- me cortaste-. Mañana seguimos hablando ¿vale?

- Vale..

Y ahí se quedó. Ahí me dejaste sin saber qué sientes en realidad. A veces pienso que ni tú mismo lo sabes...