19.4.10

Sueños en el colchón.

Se levantaba todas las mañanas de la cama de un salto, dejando encima del colchón los sueños que tenía noche tras noche, descansando. El tiempo volaba todas y cada una de las horas que se pasaba al teléfono oyendo la voz que le hacía suspirar, escuchando la risa que le hacía sonreír y las palabras que le hacían cerrar los ojos e imaginar... y escuchar mejor las respiraciones en las que no hacía falta decir nada, sobraban las palabras o quizá ninguno de los dos se atrevía a pronunciarlas.
Esperaba cada noche esa llamada. Esperaba ver su sonrisa y sentir sus brazos siempre que los necesitara. Esperaba ver su mano tendida para agarrárla con fuerza. Esperaba que él le trazara círculos en la palma, haciéndola temblar. Esperaba una nota acompañada de una sonrisa que solo ellos entendían. Esperaba...sorpresas. Verlo cada tarde sin esperarlo. Esperaba una mirada cómplice cada mañana, y abrazos de esos en los que quieres que se rompan todos los putos relojes. Esperaba aferrarse a su olor, para que así cuando todo aquello terminara, pudiera tener algo que le asegurara que no fue un sueño. A veces no esperaba nada y obtenía demasiado. Mucho más de lo que hubiera imaginado. Y otras veces esperaba tantas cosas... y se quedaban en sueños borrosos, encima del colchón, junto a los otros tantos, pero estos sueños son de los que se tienen despierta, y de los que te dejan totalmente embobada... pero al fin y al cabo, sueños.



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