Lucha de gigantes.

Hoy me siento estúpida por tantas cosas...
Por mirarte y que se me ponga esa cara tan triste esperando que tú lo hagas.
Porque no me des las gracias por las veces que me la juego (y me la he jugado) por ti.
Porque cojas a otra y la subas a tus piernas, la abraces, le digas todo lo que no me dices a mi y que lo repitas con todas.
Porque no te preocupes por mí.
Porque cojas tu mochila y te marches en mitad del horario sin darme ni una explicación. Sé que no te tengo que reclamar ninguna pero antes eras tú el que venía a despedirse y el que contaba las horas para volver a verme.
Porque ya no me abraces, que ni siquiera me mires cuando pasas por mi lado.
Porque te pongas esas malditas gafas que sabes que tanto me gustan.
Porque cada día estás más guapo y más lejos.
Porque ya no sepa nada de tu vida. 
Porque ya no me llames por las noches.
Porque se me va a olvidar tu voz y tu aroma en todo el tiempo que vamos a estar separados.
Porque me sentiré tremendamente feliz/dolorida cuando vuelva a verte.
Por las ganas que siento y sentiré durante toda la vida de probar esos labios.
Por todo lo que me he imaginado que podríamos vivir y porque los sueños se emborronen más a cada segundo.
Por haberme perdido tanto en esos ojos miel, y porque tu me hayas ayudado a encontrarme.
Por necesitar tus manos.
Por intentar ponerme lo más guapa posible cada día y que no te fijes lo más mínimo.
Por quererte tanto. Por fingir ante el mundo que tengo ganas de olvidarte y ni siquiera borrar tus mensajes. Por mirar tus fotos 334.232 veces al día, (o quizá alguna más). Por haberme ilusionado. Por haberte dicho tantas cosas. Por susurrarte lo que siento. Por confesarte lo que quiero. Por no tenerte y que no me queden fuerzas para luchar por ti.