7.6.10

Lo bien que se cayeron...

Cansada de recuerdos felices. Que me amargan las horas y ponen el minutero de mi reloj a contracorriente. ¿Qué hago si no tengo nada a lo que aferrarme salvo recuerdos? Pues morirme de pena... como llevo haciendo meses.
Debo de ser masoquista, si aún espero que vuelvas. Si aún espero que vengas a decirme que, detrás de todo y de todos, me quieres.
Yo tampoco pido eso. Tan sólo una mirada. Una. Que me diga que no me has olvidado, aunque todo siga tan mal como hasta ahora y tengamos que fingir que no nos conocemos ante el resto del mundo. Sí, porque nuestra historia comenzó con una mirada. ¿Lo recuerdas? Tantas cosas que pensamos, nacieron de una mirada. Y tantos momentos que vivimos... nacieron de una mirada... Todos los sueños que construimos nacieron de una mirada. Y la primera mirada nació de mi indiferencia. Que se esfumó en cuanto mi pupila se encontró con la tuya. ¿Recuerdas lo bien que se cayeron? Yo como si se hubieran conocido ayer...
En tan poco tiempo te he querido tanto y de tantas maneras, que parece imposible inventar nuevas formas de amor. Te he querido con timidez, y cuando supe que era la única que amaba entre los dos. También con tristeza y añoranza cuando estaba sola pensando en ti y dándome cuenta de que no sabía estar lejos de ti ni un momento.
Y aún sin sentido, sin razón ni pensamiento, aún sin saber por qué te amo o por qué te pienso... pero sé que existes, y que eres mi sueño.
He perdido la cuenta de cuantas veces he soñado que tú estarías conmigo para hacerme feliz. Que serías mío y yo tuya eternamente. He perdido la cuenta de las veces que he soñado con besarte y llenarte de pasión... he perdido la cuenta de las veces que he soñado con ser tu amor.
Hoy, como tantos días, quiero que me abraces fuerte, para que pueda sentir lo que es la felicidad en tus brazos y de tus labios, mírame profundo, para que mirándote me enamore y con una caricia te entregue mi vida. Sin ti los segundos transcurren como un amanecer de esos repentinos. Sin ti mis sentimientos caen al vacío de la tristeza. Sin ti mis lágrimas nacen solitarias y frágiles. A veces... tan sólo espero un sueño con tu presencia, una espera lenta de tu amor, un susurro silencioso, de esos que dicen quiéreme... una caricia dada por tus manos... un tú y yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja aquí lo que te han parecido mis locuras y pensamientos, me encanta que lo hagas. ¡Y GRACIAS!