Que no te lo crees, es más de lo mismo.

Se encuentra totalmente perdida.
Mira a un lado y a otro y no consigue ver nada que la ayude a salir de allí.
Desde que él se fue no encuentra la ilusión por ninguna parte. La intuición no hace más que fallarle al igual que las piernas.
Saca fuerzas de flaqueza para poder seguir adelante. Se pinta sonrisas, pero con lápiz, por lo que al poco tiempo se acaban borrando.
Y como se encuentra rodeada de oscuridad, lo único que puede hacer es utilizar su infinita imaginación para conseguir llegar a él y abrazarlo. Y ser solamente dos; como un día fueron.
Se mira al espejo y no se reconoce. Se plasma su imagen en él pero cuando va a tocarla esta se tambalea y acaba por romperse.
No para de preguntarse cómo hacer para volver al pasado.
Grita en silencio.
Llora totalmente a gritos, porque sabe que él no puede oírla.
Se imagina poder tomar de esa miel. La de sus ojos.
La misma que él le dejo en los labios.
Ni siquiera escucho un simple: "siento que duela, lo siento de veras" como dice esa canción.
Y no para de preguntarse: ¿aquí se acabó nuestro camino? ¿ya está? ¿tanto derroche de sentimiento para nada?
Y el misterio de como una historia que no llegó a empezar terminó de esa manera.