24.8.10

Dulce esperanza.

Lo peor es que dentro de muy poco hará un año desde el día en el que te conocí.
Que me sigues gustando como el primer día. Que me sigue dando miedo escribir un te quiero por si te da por leerlo y te parezco una loca estúpida.
Que te siento lejos como siempre y te extraño como nunca. Que aún no ha nacido nadie con una sonrisa más bonita que la tuya. Y aún así me quedaría con la tuya, porque es eso, tuya. Simplemente especial.
Tampoco existe una ausencia tan vacía como la que ocupas. 
Lo peor es que sigo escribiendo el bonito pasado, el triste presente y el imposible futuro. Que ver que no soy para ti más que una simple amiga me duele si lo pienso, pero pasa desapercibido porque me duele pensarlo. Y porque no quiero créermelo. A pesar de estos cinco meses de ignorancia y el respirar recuerdos para sobrevivir.
Que no quiero recordar más tus abrazos por miedo a gastar lo único que me queda. Que si me acuerdo de algunas de nuestras promesas me sale una amarga sonrisa, porque en muchos instantes dudo ciertamente si se cumplirán, porque todo ha cambiado tan rápido, se ha evaporado a una velocidad tan alta que ni siquiera me dio tiempo a inspirar los restos que quedaron suspendidos en el aire. Se fueron detrás de ti.

-Lo peor...¿sabes qué es? Que mienten cuando dicen que todos nuestros actos tienen consecuencias. Sólo son un derroche de energía. Una salpicadura de patéticos intentos por aferrarnos a algo perdurable, la satisfacción por conseguir algo, la busca de la felicidad...
- ¿Y la has encontrado?
-Por ahora es imposible. Nos queda mucho por recorrer.
- Muchas veces los sueños no se hacen realidad.
- No digas eso.
- Digo lo que siento. Ojalá pudiera engañarte y engañarme, creer que un instante de sueño vale por toda una vida, pero no es así...
- Nosotros podemos hacer de ese sueño una realidad. Sabes que podríamos superar todo lo que viniera después.
- ¿A costa de qué? ¿Cuánto sufrimiento, cuánto dolor vamos a provocar en los demás? No se merecen esto.
- ¿Y nosotros? ¿Qué nos merecemos? ¿Vamos a dejar que esto se desvanezca como si nunca hubiera existido?
- El amor nunca muere.
- Pero no podremos vivirlo juntos. Y eso lo irá matando poco a poco. Lamentaremos toda la vida haber sido tan cobardes. Y al final, sólo nos quedará el sabor amargo de la derrota. Y yo... yo sólo podré soñar con una esperanza dulce, que me haga olvidar que pudimos haber sido felices.
- ¡No! Tienes que ser fuerte, tenemos que ser fuertes. El recuerdo de lo que hemos vivido nos dará fuerzas para seguir adelante. Piensa en esto cuando sientas que no puedes más, y piensa que te querré como algún día te quise, quizás, aunque nos tengamos que separar.


Lo peor es que no me dio tiempo a esconder mis lágrimas en el momento de flaquear...

2 comentarios:

  1. lo peor es que no puedo ser fuerte si tú no estás a mi lado..

    ResponderEliminar
  2. "Y al final, sólo nos quedará el sabor amargo de la derrota. Y yo... yo sólo podré soñar con una esperanza dulce, que me haga olvidar que pudimos haber sido felices."


    Precioso.

    ResponderEliminar

Deja aquí lo que te han parecido mis locuras y pensamientos, me encanta que lo hagas. ¡Y GRACIAS!