Y un buen día dejo de girar mi cabeza buscando bajo esas gafas hasta encontrar tus ojos. Dejo de mirarme las manos esperando que sean resguardadas entre las tuyas.
Un día cualquiera dejo de esperarte. Y lo que es peor, dejo de quererte.
No me gusta sentirme vacía sólo porque ya no estás.
Duele esa sensación de espera y búsqueda constante, lo sé.
ResponderEliminarUn abrazo y ánimo!
Duele pero al final te acostumbras y ese vacío ya no duele.
ResponderEliminartienes una sorpresa en mi blog :)
un beso!