Lucha de gigantes.

Lo que más me gusta de todo es que los besos no esconden nada detrás, que sólo me dicen: tengo ganas de ti.

Que la confianza no es solo para estar en su cama dándonos calor sino para salir de ella, y tomarnos una cerveza mientras me pregunta por mis cosas y se preocupa de mis problemas con mis amigas.

Me encanta que no existan te quieros de ningún tipo. Que no compartamos gustos ni en la música, ni en la comida ni en el cine. Que me enseñe a jugar al billar y que me machaque en los bolos. Esconder mi nariz helada en su cuello y calentarla. Que estemos peleándonos por cualquier tontería y me suelte un piropo que me tranquilice.

Adoro que me haga ruborizar. Que vayamos a toda hostia sobre su moto mientras mis manos están escondidas en los bolsillos de su chaqueta para que no se queden heladas. Y los abrazos… solo dan cariño.

Pero lo que más me pirra de todo esto, es saber que me he deshecho de miedos que tenía incrustados y que yo no era capaz de ver ni de quitarme de encima. Lo que me encanta es saber que detrás de un beso, detrás de una caricia hay una confianza que va más allá del borde de mi pantalón.

Y que tengo la certeza de que las únicas lágrimas que van a existir en toda esta historia, van a ser provocadas por carcajadas inmensas.

GRACIAS.